Calderas de Biomasa

La biomasa es una fuente primaria de energía que tiene una gran diversidad de aplicaciones finales, y en concreto como combustible para producción de calor y agua caliente sanitaria, cuya eficacia y eficiencia están totalmente demostradas en las últimas dos décadas. De hecho era ésta el combustible principal has tahace pocas décadas, que fue sustituyéndose por otros combustibles fósiles, y por energía eléctrica.

El programa de la UE 20-20-20, junto con la Directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de mayo de 2010 y relativa a la eficiencia energética de los edificios, obliga a todos los Estados miembors, a reducir las emisiones de CO2 en un 20%, en aumentar en un 20% el uso de fuentes de energías renovables en sustitución de energías convencionales, y aumentar en un 20% la eficiencia energética. En este sentitido la Biomasa, como fuente primaria de energía para la producción de calor y ACS es una alternativa con unas ventajes muy claras sobre otro tipo de combustibles (electricidad, gasoil, gas), tanto económicas, como sociales, y con una incidencia directa en el desarrollo sostenible de nuestra sociedad.

De esta forma las emisiones que se producen a la atmósfera son inferiores que las de los combustibles sólidos por su bajo contenido en azufre, nitrógeno y cloro. Por otro lado se considera el balance de COcomo neutro al cerrar el ciclo de carbono que comenzaron las plantas en su crecimiento.  Además no generan malos olores como ocurre con el gasoil, ni se producen escapes peligrosos como ocurre con el gas, el butano y el propano.

 

En los últimos 20 años ha exitido una evolución sustancial respecto de las primeras calderas, de forma que existe una gran variedad de marcas y modelos en el mercado, si bien y de forma genérica la operación y mantenimiento de las calderas son muy sencillos, habiendo automatizado muchas de ellas diferentes cuestiones, como el encendido, limpieza, alimentación, etc., de forma que la única operación que suele realizarse es la retirada de cenizas, y el aporte de combustible, que dependerá del tipo de caldera y la existencia o no de un lugar de almacenamiento del mismo.

Estas calderas tienen gran resistencia al desgaste, una larga vida útil y son prácticamente silenciosas debido a que no necesitan un quemador que insufle aire a presión para pulverizar el combustible, como las calderas de gasóleo. Además, presentan un alto rendimiento energético, entre el 85-92%.

Así mismo con estos sistemas se utilizan residuos que se convierten en recursos aprovechables y son reutilizados. De esta forma son fuente de biomasa las podas y limpieza de bosques, rastrojos y podas agrícolas (disminuyendo el riesgo de incendios, enfermedades y plagas, y su propagación), hueso de aceituna, cáscara de almendra, alperujos, etc. Al provenir estos recursos del medio rural-agrario se potencia el desarrollo económico de las zonas rurales.

El uso de la biomasa en calefacciones de viviendas unifamiliares, como en calefacciones centralizadas de edificios o en redes de calefacción centralizadas (calefacción de distrito o district heating), son una alternativa al consumo de gas y otros combustibles sólidos, en especial a el gasoil. Este tipo de instalaciones con biomasa generan un ahorro, derivado del consumo de energía, superior al 20% respecto al uso de combustibles fósiles, pudiendo alcanzar niveles mayores en función del tipo de biomasa, la localidad y el combustible fósil sustituido. De esta forma hay casos de éxito donde la sustitución de una caldera de gasoil por una de biomasa se ha amortizado entre 6 meses - 1 año, y el ahorro por el cambio de combustible supone una reducción en más del 60%.

En ambienta-em&e realizamos estudios y proyectos de las instalaciones térmicas existenes y su sustitución por calderas de biomasa, incluyendo el estudio económico con la rentabilidad de la inversión y ahorros a futuros. Distribuímos las calderas de biomasa  TWIN HEAT   y TATANO.